¡Palancas arriba! Conoce a los rostros cangrejeros que encienden el Clemente

En el Coliseo Roberto Clemente de San Juan caben unas 10 mil personas, pero hay figuras que con sus palancas llenan mucho más que una silla. 

En la sección de arena del Clemente, justo al borde de la mesa de anotaciones, hay una silla en primera fila que casi siempre está vacía.

Le pertenece a Israel Rivera Domenech, mejor conocido como “Muñeca”, quien a sus 71 años es una institución viviente en la fanaticada de los Cangrejeros de Santurce, uno de los equipos más emblemáticos del Baloncesto Superior Nacional (BSN) y que actualmente ocupa la segunda posición en la Conferencia A de la temporada.

“El asiento es mío, pero yo nunca estoy ahí. Estoy chavando con el público y con el grupito del área sur”, dice entre risas.

“Ya temporada tras temporada el mismo equipo de Santurce me da el abono porque todo el mundo me dice que soy el fanático mayor”, dijo. (Suministrada)

Con sus pasitos de baile, su buen humor y su trato cariñoso, “Muñeca” se ha ganado el título de fanático mayor. “Desde el 1960 he apoyado a los Cangrejeros. Prácticamente he sido abonado toda mi vida”, cuenta.

Lo que muchos no saben es que Rivera Domenech fue atleta de alto rendimiento y es miembro del Salón de la Fama del Deporte de San Juan. Fue campeón en 12 disciplinas y tiene uno de los récords de bateo más extensos en la historia de la Liga Atlética Interuniversitaria de Puerto Rico (LAI) en softball.

En conversación con Platea, el hombre natural de Río Piedras explica que su apodo nació precisamente de esa disciplina.

“Cuando jugaba pequeñas ligas, yo regresaba a casa y, hablando con mis amigos y primos, les decía: ‘Batí un palo de 250 pies, con muñeca nada más’, refiriéndome al movimiento que hacemos en la muñeca al momento de batear”, explicó Rivera Domenech.

Rivera Domenech junto a un fanatico cangrejero en el Roberto Clemente. (Cangrejeros de Santurce)

Aunque su vida ha estado dividida entre el diamante del béisbol y la cueva de los cangrejeros, sabe distinguir cuál es su deporte favorito. 

Como buen conocedor, sabe que el avivamiento del público hacia los jugadores también es parte del juego. “La fanaticada es muy importante en los juegos. Motiva a uno y así uno produce más como jugador”, explica. 

Uno siempre juega para ganar, pero también uno juega para que la fanaticada se vaya contenta. Al jugador le gusta que lo estimulen

 

– Israel “Muñeca” Rivera Domenech

En cada juego, “Muñeca” llega horas antes para saludar y encender a la fanaticada santurcina. 

Estoy agitando al público desde el principio. Yo me meto en el juego. Soy cangrejero a muerte

 

Israel “MuñecaRivera Domenech

 

Ha visitado todas las canchas del BSN, pero insiste en que el Clemente tiene algo especial: “Podemos ser alborotosos y efusivos, pero siempre respetuosos”.

Fanaticada Cangrejera en el Colsieo Roberto Clemente durante la temporada 2025 (Foto: Cangrejeros de Santurce)

A su entender, uno de los momentos más memorables de esta temporada fue la victoria sobre los Vaqueros de Bayamón 112-110 en triple tiempo extra, el pasado 9 de mayo. “Eso fue un juego no apto para cardíacos“.

Palancas arriba: Camille Pagán y su energía contagiosa

Camille Pagán Rivera coincide con “Muñeca”, recordando que la emoción vivida en ese juego fue incomparable.

Este año hay aún más fanaticada, hay más ánimos y la gente se motiva más a ir a los juegos ‘away’. No solamente apoyamos en la cueva, apoyamos en todas partes de la isla”, expresó Pagán Rivera, otra figura cangrejera que se destaca con facilidad entre el público con sus guantes en forma de palancas gigantes de cangrejo.

(Suministrada)

Bautizada como “La Chica de las Palancas Oficiales”, la energía que transmite Pagán Rivera desde las gradas es imposible de ignorar, ondeando por todo lo alto sus palancas en cada jugada clave, símbolo vivo del espíritu cangrejero.

“Ese nombre me lo puso Ángel Borrero Medina, el animador del equipo, porque siempre que grita ‘¡Palancas arriba!’, ahí estoy yo bien emocionada con mis palancas en cada mano”, relató a Platea.

Natural de Guaynabo, pero con el corazón en Santurce, Pagán Rivera ha hecho de su esquina una tarima llena de entusiasmo.

Los Cangrejeros de Santurce se encuentra en la 2da posición en la Conferencia B con un marcador de 15-7. (Fotos: Cagrejeros de Santurce)

“He sido abonada desde el 2016, para los últimos años que Carlitos Arroyo estaba con Santurce. En el 2021, cuando regresaron, renové y desde entonces me he activado más como fanática”, cuenta. Añade que lo hace junto a su esposo y su hermano, todos abonados.

Aunque hoy trabaja como asistente administrativa, antes de ser “La Chica de las Palancas” era conocida por su kiosko de donas “Dó de Donas” en el food truck park de Lote 23. “Siempre me ha gustado la gastronomía local. Soy bien foodie”, confiesa.

Una comunidad que no se quita

Para Pagán Rivera, el amor por el equipo va más allá de los juegos. En su sección de asientos, ha encontrado una segunda familia.

La sección donde me siento es bien fiel. Somos como una familia. Ya nos conocemos todos. Se siente más energía aquí que en el Choliseo, dice sobre el cambio de cancha desde 2022.

 

– Camille Pagán 

Sobre el equipo, Pagán Rivera dice que Santurce tiene mucho que ofrecer, sobre todo con los jugadores locales. 

Este año tenemos unos nativos que de verdad están dando cátedra, están dando la cara por el equipo y han hecho un excelente trabajo. 

 

 

– Camille Pagán 

Para Pagán Rivera, el baloncesto es más que un deporte; es una comunidad. “La fanaticada cangrejera es resiliente, se apoya, no importa cómo estemos en la pizarra. Siempre damos la cara y apoyamos al equipo en las buenas y en las malas”, expresó.

Herencia en las gradas

Ignacio Pérez Esquilín también es parte de esta cueva. Aunque es natural de Guaynabo, lleva en su corazón la sangre cangrejera desde los cuatro años.

“Hay varias familias que llevamos en las mismas sillas desde 1998”, dice. Para él, esta temporada es una de las más prometedoras desde que Santurce ganó su último campeonato. 

Siento que vamos a llegar bastante lejos. Aunque digan que Bayamón es Bayamón, tenemos mejor equipo

 

 – Ignacio Pérez Esquilín

La presencia de jugadores nativos es otro motivo de orgullo. Tanto “Muñeca” como Camille coinciden en que los locales están dando la cara, liderando y encendiendo el entusiasmo de una fanaticada que no para de crecer.

Ambos son prueba de que en la cueva del Clemente no se juega solo. También se juega con la pasión de quienes están en las gradas, quienes llegan antes que nadie, quienes no se sientan, quienes gritan, bailan y levantan palancas.