Puerto Rico

Canciones que nos unen

Los himnos no oficiales que narran la historia boricua

Un viaje por los temas que han acompañado a generaciones de puertorriqueños, dentro y fuera de la isla, y que hoy son parte esencial de nuestra memoria colectiva.

A falta de embajadas de Puerto Rico, los músicos boricuas son nuestros embajadores, dijo la periodista y escritora Ana Teresa Toro. Y es que, sin dudas, la música puertorriqueña atraviesa fronteras y define nuestra identidad cultural y la idea que tenemos de una nación.

Más allá del himno La Borinqueña —tanto la versión romántica de Manuel Fernández Juncos, como la revolucionaria de Lola Rodríguez de Tió— son muchas las canciones que han calado hondo en eso que describimos como puertorriqueñidad.

Junto al historiador Jorell Meléndez-Badillo, autor del libro Puerto Rico: Historia de una nación (2024) y quien escribió el contexto histórico para las visualizaciones en YouTube de cada canción de DeBÍ TiRAR MáS FOToS, de Bad Bunny, hacemos un recorrido histórico por esas canciones que podríamos llamar himnos no oficiales y profundizamos en las razones para definir la puertorriqueñidad y el contexto en el que se escribieron.

❝ Hemos producido mucha cultura, mucha música. Con esos elementos, hemos logrado definir nuestra idea de nación. Por eso es importante afirmar que los puertorriqueños, más allá del estatus político, hemos creado una idea compleja de nación y la música es un elemento fundamental en eso❞.
Jorell Meléndez-Badillo, historiador
Vámonos, borinqueños, vámonos ya,
que nos espera ansiosa, ansiosa la libertad.
1868

La Borinqueña

“El himno revolucionario”

Autora: Lola Rodríguez de Tió (1843-1924), poeta y revolucionaria
Arreglo musical: compuesto en 1867 por Félix Astol Artés (1813-1901)
Ritmo: danza

El famoso poema de Rodríguez de Tió, también conocido como el “himno revolucionario”, es un “himno de la resistencia” para el movimiento independentista, que nunca fue oficialmente el himno de Puerto Rico.

El poema se escribió en el contexto del Grito de Lares (23 de septiembre de 1868), la primera gran “revuelta por la independencia de Puerto Rico”, pero se dio en un contexto caribeño más amplio de luchas de independencia contra España, incluida la cubana, explicó Meléndez-Badillo.

De hecho, Rodríguez de Tió “evoca esa solidaridad cubana puertorriqueña” con su poema “Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas”, agregó el historiador. Esta solidaridad no solo era en la lucha por la independencia, sino en contextos culturales, y es en Cuba, su segunda patria, donde la poeta se exilia y muere.

Aunque se suele cantar en el ritmo de danza, la música es previa al poema. La composición se le atribuye al catalán Félix Astol Artés, aunque otras versiones indican que es del compositor Francisco Ramírez Ortiz. También se dice que ambos colaboraron para componer la música de lo que se convirtió en el himno de Puerto Rico en 1952.

Capitolio de Puerto Rico
Es Borinquen la hija,
la hija del mar y el sol.
1902

La Borinqueña

El himno oficial

Autor: Manuel Fernández Juncos (1846-1928), poeta, pedagogo y periodista
Arreglo musical: compuesto en 1867 por Félix Astol Artés (1813-1901)
Ritmo: danza

“Se da en un momento de reorganización política para Puerto Rico”, tras la ocupación de Estados Unidos en 1898 y el establecimiento de un gobierno militar “donde realmente los puertorriqueños no tenían injerencia en la dimensión política”, explicó Meléndez-Badillo. No es hasta la aprobación de la Ley Foraker en 1900 en el Congreso de Estados Unidos que se establece un gobierno civil en Puerto Rico, algo que el historiador llamó un gobierno “semidemocrático”.

Se trata de un texto romántico que intenta crear una nueva memoria histórica, combinando elementos de nostalgia con la evocación de la belleza natural de Puerto Rico, todo lo que impulsa el discurso de la construcción de una nación, detalló Meléndez-Badillo.

Es en 1952 que la danza de La Borinqueña se oficializa como himno con el arreglo musical de Ramón Collado, pero no es hasta 1977 que se establece el poema de Fernández Juncos como la letra oficial del himno.

Paisaje de Puerto Rico
¡Yo no cambio por ninguna
esta tierra
donde tuve el privilegio de nacer!
1912

La Tierruca

Contemplando a la patria

Autor: Virgilio Dávila (1869-1943), poeta, político y educador
Arreglo musical: Braulio Dueño (1854-1934)

La Tierruca se publicó por primera vez en el libro Canciones escolares (1912), hecho para las escuelas públicas de Puerto Rico -que en esa época comenzaban a difundirse en el campo y la ciudad- y en el cual colaboraron Dávila, Fernández Juncos y Dueño. También apareció en el poemario Aromas del terruño, considerado uno de los mejores del poeta.

Se publicó en medio de un auge de “poetas modernistas románticos” y tenía un tono similar al de La Borinqueña de Fernández Juncos de apreciar la belleza del país, explicó Meléndez-Badillo. Rápidamente, se convirtió en una especie de himno no oficial, aunque ya no tenga el reconocimiento de hace unas décadas.

Si bien Dávila se identificaba con el anexionismo criollo y fue alcalde de Bayamón por el Partido Republicano, tenía “unas sensibilidades sociales y críticas muy agudas”, a juicio del historiador, pues también escribió sobre las condiciones de los puertorriqueños en Estados Unidos con un tono crítico. Esto se puede observar en poemas como “No des tu tierra al extraño” o “Nostalgia” (“¡Mamá! ¡Borinquen me llama!”), que ya comienzan a denotar el sentir de los puertorriqueños en Estados Unidos.

*Música: La Tierruca. 1917. Audio. Recuperado de Library of Congress.

barrio obrero
¡Borinquen! La tierra del Edén
la que al cantar, el gran Gautier
llamó la Perla de los Mares,
Ahora que tú te mueres con tus pesares,
Déjame que te cante yo también.
1929

Lamento Borincano

El boricua ante la adversidad

Autor: Rafael Hernández Marín (1892-1965), cantautor
Ritmo: bolero

Este lamento –una expresión pasional del dolor– describe los sufrimientos de los campesinos boricuas en medio de la Gran Depresión, una crisis financiera mundial que se extendió hasta la década de 1930. Se convirtió en una de las expresiones más sobresalientes de la cultura puertorriqueña y de los jíbaros.

Para Meléndez-Badillo, la letra es una crítica y “un retrato de las condiciones que vivían los puertorriqueños en esa época”, aunque no invite necesariamente a un cambio político. Al igual que otros himnos no oficiales, toma el elemento de la nostalgia y de lo jíbaro como componente cultural.

Es una de las canciones más famosas del prolífico cantautor y fue grabada por Manuel “Canario” Jiménez y su banda, con Pedro Ortiz Dávila “Davilita” como una de las voces, que tenía solo 18 años en ese momento. También ha sido interpretada por una docena de artistas, incluido el español Plácido Domingo y el brasileño Caetano Veloso.

Está dentro del 2017 National Recording Registry de la Biblioteca del Congreso.

Preciosa serás sin bandera,
sin lauros ni gloria.
Preciosa, preciosa
te llaman los hijos de la libertad.
1937

Preciosa

El amor por Puerto Rico

Autor: Rafael Hernández Marín (1892-1965), cantautor
Ritmo: Bolero

En medio de “la década turbulenta de los 30”, como le llama Meléndez-Badillo en su libro Historia de una nación, Hernández componía en México, uno de los países en los que vivió y difundió su talento artístico, la canción Preciosa, una oda a su país en la añoranza por volver. Junto con Lamento Borincano, son solo dos de sus famosas composiciones que han quedado grabadas como himnos no oficiales.

“Los 1930 fueron una década de muchos cambios en Puerto Rico”, detalló el historiador. No solo se atravesaba la Gran Depresión y el impacto de huracanes, sino que hubo una coalición entre el Partido Socialista y el Partido Unión Republicana para llegar al poder, “se recrudece la lucha por la independencia de Puerto Rico”, se funda el Partido Comunista y se da la militarización del Partido Nacionalista.

Es la década del fortalecimiento de la Universidad de Puerto Rico (UPR) como “primer centro de estudios”, del Plan Chardón y de programas como la PRERA y la PRRA (agencias federales para combatir la pobreza en la isla) dentro del Nuevo Trato. También ocurren las masacres de Ponce y Río Piedras, el asesinato del coronel Elisha Francis Riggs, jefe de la Policía Insular, y los arrestos a nacionalistas.

Además, se da una movilización interna del campo a la ciudad y es la “gran antesala al populismo de los 1940” y a la Gran Migración Puertorriqueña, dijo Meléndez-Badillo.

Grabada inicialmente por el Cuarteto Victoria, del cual Hernández formaba parte, se hizo famosa con la interpretación de Manuel “Canario” Jiménez. En la actualidad, es la versión de Marc Anthony la que más se reconoce, demostrando que esta canción trasciende ideologías políticas y une a los puertorriqueños en la admiración por su país.

“Hernández es un maestro en esas composiciones, en esas letras que evocaban ese sentimiento nostálgico de un pasado”, añadió.

Viejo San Juan
Me voy (ya me voy),
pero un día volveré
a buscar mi querer,
a soñar otra vez
en mi Viejo San Juan.
1943

En mi Viejo San Juan

La añoranza por volver

Autor: Noel Estrada Suárez (1918-1979)
Ritmo: bolero

Hay dos aspectos que marcan esta composición: la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), con cientos de puertorriqueños activos en el servicio militar obligatorio —incluido el hermano de Estrada Suárez—, y la Gran Migración Puertorriqueña (entre 1940-1960), considerada “la primera migración aérea a gran escala en la historia de la humanidad”, con más de 800 mil puertorriqueños dejando el archipiélago en avión, destacó Meléndez-Badillo.

*Música: Grabación de la actuación del Conjunto de Cuerdas Típicas de Puerto Rico en El Romance Club, Chicago, Illinois, 1977. Obtenido de Library of Congress.

Aunque “Puerto Rico es una nación diaspórica que ha estado en constante movimiento”, incluso en tiempos precolombinos, según Meléndez-Badillo, es en la década de 1940 que esa migración se intensifica y el Viejo San Juan se convierte en un punto para pensar ese desplazamiento físico y cultural que persiste hasta hoy.

El impacto de la canción fue mundial, tanto así que se tradujo al francés, al inglés y al alemán. Tiene cientos de versiones en ritmos como el bolero, tango y ranchera. Y en la década de los 1980s, se convirtió oficialmente en el himno de San Juan.

Luchas estudiantiles Puerto Rico
Si me ausento de tus playas primorosas,
si me alejo de tus palmas silenciosas,
quiero volver, quiero volver.
1966

Verde Luz

La nueva lucha independentista

Autor: Antonio Cabán Vale “El Topo” (1924-2024), cantautor y poeta
Ritmo: Danza

En medio de la “nueva lucha por la independencia” y de nuestra nación en el vaivén migratorio, “Verde Luz parte de esa sensibilidad que se abre en Puerto Rico post 1959 con la revolución cubana que, si bien fue en Cuba, tuvo un impacto cultural enorme, no solo en Puerto Rico sino en las Américas y el mundo”, destacó el historiador.

Cabán Vale la escribió con apenas 24 años en su etapa de estudiante universitario y cuando iba a emigrar a Nueva York, en el contexto de las canciones protesta, las luchas estudiantiles y “otras formas de expresión política a través de la música”, añadió Meléndez-Badillo. Fue el propio cantautor, que fue objeto de carpeteo federal, quien la inmortalizó y la catalogó como un signo de lucha por la independencia y la autodeterminación de Puerto Rico.

“Las personas que abogarían por Verde Luz como un segundo himno provienen de una ideología particular… un sector independentista que la siente como su himno”, sostuvo el historiador.

Bandera de Puerto Rico
Azul, blanca y colorada, en el medio tiene una estrella,
qué bonita bandera es mi bandera puertorriqueña.
1968

Qué bonita bandera

Un himno diaspórico

Autor: Flor Morales Ramos «Ramito» (1915-1990), músico y trovador
Ritmo: Plena

Tras esa Gran Migración Puertorriqueña, Meléndez-Badillo considera que esta plena se convirtió en un “himno diaspórico” que apela a un nacionalismo “que no necesita una discursividad sobre el estatus de Puerto Rico”. Esto toma mayor importancia en la diáspora, cuando muchos están en la búsqueda de pertenencia y se encuentran con una necesidad de reafirmar su identidad puertorriqueña, con la bandera como principal recurso.

Morales Ramos, famoso por su influencia en la plena y la música jíbara, escribió esta canción para resaltar el orgullo de mostrar la bandera boricua, que solo dos décadas previas era prohibido mostrar. Y el éxito de la canción, a juicio del historiador, es que expresa “un nacionalismo cultural que está desligado de la conversación del estatus político de Puerto Rico”, que tanto divide.

Esta es de las plenas que más se escucha en la Parada Puertorriqueña en Nueva York y fue la canción que se tocó cuando el astronauta de origen puertorriqueño Joseph Acabá fue al espacio en 2009.

Diaspora
Yo no puedo ocultar
el orgullo que siento
de ser puertorriqueño.
Y que mi pensamiento
no importa dónde voy
se fuga hacia la islita…
1969

Soñando con Puerto Rico

Es tiempo de volver

Autor: Roberto “Bobby” Rodríguez Capó (1921-1989), cantautor
Ritmo: Bolero

Al igual que varias de las canciones anteriores, este bolero “captura ese momento de esa diáspora que está en Estados Unidos soñando con Puerto Rico”, dijo Meléndez-Badillo.

“Para mí, como sujeto diaspórico, se me hace bien complejo porque a veces no me siento en casa ni aquí ni allá (en Puerto Rico o Estados Unidos)… A través de la producción cultural y artística, varios artistas, músicos, etcétera, han afirmado esa noción de Borinquen, de patria, y por eso la bandera es tan importante en nuestras comunidades diaspóricas”, añadió.

Cuenta Jacqueline Capó, hija de Bobby Capó, que el compositor escribió la canción a petición de su esposa, Irma Vázquez, mientras vivían en Nueva York. Le dijo que Noel Estrada tenía En mi Viejo San Juan y Rafael Hernández tenía Preciosa y Lamento Borincano, pero él aún no le había escrito nada a Puerto Rico. Así surge Soñando con Puerto Rico, que se incluyó en el disco Despierte borincano, con canciones como Mi Borinquen y Qué bueno es ser borincano.

Más allá de las emblemáticas Piel Canela y El Negro Bembón, Capó fue uno de los compositores puertorriqueños más famosos, conectando con esa puertorriqueñidad en cualquier parte del mundo.

Campo puertorriqueño
Traigo sangre borinqueña
soy hijo de las palmeras,
de los campos y los ríos,
y del cantar del coquí.
1974

Amanecer borincano

La evocación de lo jíbaro

Autor: Alberto Carrión (1950), cantautor
Ritmo: Música jíbara

Tras las migraciones no solo de Puerto Rico a Estados Unidos, sino del campo borincano a la ciudad, surge una canción que evoca “esa noción de un Puerto Rico profundo” y “el retorno al campo, a la vida rural, a la cuestión jíbara”, destacó Meléndez-Badillo.

En la década de 1970, se da lo que se conoce como migración cíclica: el retorno de los que habían partido años antes. “Muchas personas de la diáspora comienzan a regresar a Puerto Rico. Es un momento también de transición política y económica. En 1968, tenemos la victoria por primera vez del Partido Nuevo Progresista (PNP)”, señaló el historiador.

“Con la creación de los arrabales, ahí tenemos también la ocupación de espacios con Villa Cañona, Villa Sin Miedo, que son comunidades marginalizadas, pobres que ocupan espacios”, añadió.

En esa etapa de transición, se apela al discurso de “la estadidad para los pobres, la estadidad jíbara”, en un momento en que “era claro que el proyecto de industrialización de Puerto Rico, si no había fracasado del todo, como luego fracasó en los 1980, ya estaba quedándose sin gasolina”. Se da la romantización de lo jíbaro y el campo, así sea como un elemento cultural nostálgico.

Luna y estrellas
Y así le grito al villano:
yo sería borincano
aunque naciera en la Luna.
1980

Boricua en la Luna

Los puertorriqueños nacen donde quieren

Autor: Juan Antonio Corretjer (1908-1985)
Arreglo musical: Hecho en 1987 por Roy Brown (1945)
Ritmo: Nova trova

Luego de décadas de boricuas naciendo en Estados Unidos con algunos de ellos sin haber tocado la isla o tener el español como primer idioma, surge un poema que reafirma que los boricuas nacemos donde queremos.

Estuvo inspirado en los que se fueron para buscar una mejor vida y en los antiguos prisioneros de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN, “los Macheteros”), a quienes Corretjer visitó. Además, se escribió solo dos años después de los asesinatos de independentistas en el Cerro Maravilla.

El poema no solo “evoca esa nostalgia patriótica” y la “búsqueda de lo que es la puertorriqueñidad”; es “sumamente político porque parte del contexto en el que se escribe es en la lucha armada por la independencia de Puerto Rico”, explicó Meléndez-Badillo.

“(Boricua en la luna) es una carta de amor a esas personas que estaban dando su vida en la lucha”, agregó, y es una respuesta a esa pregunta constante de “cómo pensamos esa puertorriqueñidad”. Para el historiador, “este es mi himno full” porque sigue siendo tan relevante como en los 1980s, teniendo en cuenta que hay más puertorriqueños viviendo en el exterior que en el archipiélago.

El poema fue musicalizado en 1987 por el cantautor Roy Brown, un aliado de las luchas estudiantiles y por la independencia, y también ha sido interpretado por grupos como Fiel a la Vega.

❝ Puerto Rico es una nación diaspórica que ha estado en constante movimiento, y estas canciones nos acompañan dondequiera que vayamos, recordándonos quiénes somos y de dónde venimos❞.
— Jorell Meléndez-Badillo, historiador

Otras canciones que nos identifican

¿Perdurarán en el tiempo?

❝ Mucha gente quizá ve los himnos como algo más solemne, más serio, pero creo que también representa lo que somos❞.

Jorell Meléndez-Badillo, historiador
1993

Los colores de mi tierra

Alberto Carrión

El anuncio de Harris Paint que se convirtió en himno generacional para los nacidos en los 1980s.

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Los colores de mi tierra

Alberto Carrión, 1993

El anuncio de Harris Paint, compuesto por Alberto Carrión -quien también compuso Amanecer Borincano-, tiene un lugar especial en esa generación nacida en los 1980s.

“Recuerdo de adolescente pararme en broma en el cine con mis amigos y ponernos la mano en el corazón porque yo creo que la canción apeló a una sensibilidad similar a la de Fernández Juncos con La Borinqueña, evocando los colores, la flora, la fauna y la cotidianidad”.

Meléndez-Badillo

Todavía hoy día se siguen creando versiones de esta canción por ser un retrato del Puerto Rico que añoramos o un recuerdo de nuestra infancia.

1996

El Wanabí

Fiel a la Vega

Una canción que apela a la importancia de luchar para echar pa’lante, con sensibilidad para la clase trabajadora.

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El Wanabí

Tito Auger y Ricky Laureano, 1996

Compuesta por Tito Auger y Ricky Laureano, es una de las canciones que apela a la importancia de luchar para echar pa’lante.

“Tiene una sensibilidad para la clase trabajadora, para esos que se mudan del campo a la metro, y quieren meter mano”.

Meléndez-Badillo

Aunque no habla directamente del orgullo de ser puertorriqueño, marcó a una generación que intentaba demostrar de qué estaban hechos en la década de Dayanara Torres como Miss Universe, del campeonato del Dream Team de Puerto Rico en la Serie del Caribe, de la política de “Mano dura contra el crimen” y la explosión de Humberto Vidal en Río Piedras.

1998

Quién no se siente patriota

José Rafael López Figueroa

Esta plena demuestra el orgullo de sentirse puertorriqueño, infaltable en Las Fiestas de la Calle San Sebastián.

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Quién no se siente patriota

José Rafael López Figueroa, 1998

Como otras composiciones dentro de esta lista, esta canción demuestra el orgullo de sentirse puertorriqueño y de expresar ese sentimiento, dijo Meléndez-Badillo.

Esta plena de José Rafael López Figueroa fue popularizada por Andy Montañez y suele ser una de las más interpretadas en Las Fiestas de la Calle San Sebastián.

2004

Gasolina

Daddy Yankee

La canción que catapultó al reggaetón a nivel mundial y marcó un momento en la cultura popular puertorriqueña.

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Gasolina

Daddy Yankee y Eddie Dee, 2004

Aunque se salen de la evocación de la puertorriqueñidad al estilo típico de otros himnos no oficiales, para el historiador estas son canciones que catapultaron al reggaetón a nivel mundial y que hacen bailar a cualquier latino.

“Gasolina de Daddy Yankee marcó un momento en la cultura popular puertorriqueña. Mucha gente quizá ve los himnos como algo más solemne, más serio, pero creo que también representa lo que somos”.

Meléndez-Badillo

Gasolina fue escrita por Daddy Yankee (Ramón Ayala) y Eddie Dee (Eddie Ávila) para el disco Barrio Fino. En 2021, fue incluida como una de las 500 mejores canciones de todos los tiempos y, en 2023, se incluyó en el Registro Nacional de Grabaciones del Congreso.

2017

Despacito

Luis Fonsi & Daddy Yankee

Una fusión de reggaetón y pop latino que encabezó las listas de 47 países y se convirtió en fenómeno mundial.

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Despacito

Luis Fonsi, Daddy Yankee y Erika Ender, 2017

Despacito fue compuesta por Luis Fonsi, Daddy Yankee y Erika Ender, y es una fusión de reggaetón y pop latino que encabezó las listas de 47 países. El video se convirtió en uno de los más vistos y gustados de todos los tiempos.

Representa el alcance global de nuestra música y cultura en el siglo XXI.

2017

Hijos del Cañaveral

Residente

Retoma el sentir patriótico y el retornar a las raíces, al campo y al jíbaro en tiempos de crisis.

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Hijos del Cañaveral

René Pérez (Residente), 2017

Más allá de Latinoamérica (2010), de Calle 13, que se convirtió en una especie de himno latinoamericano, Hijos del Cañaveral —compuesta por René Pérez— retoma ese sentir patriótico y ese retornar a las raíces, al campo y al jíbaro.

“La gente se apropió de la canción… la canción superó al artista… rebasó los límites del género”.

Meléndez-Badillo

Para el historiador, la canción llegó a quienes no necesariamente seguían a Residente y ha sido interpretada en varias partes del archipiélago, en una década marcada por la crisis económica y fiscal, por el huracán María y por la imposición de la Junta de Supervisión Fiscal.

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Los himnos no oficiales de Puerto Rico