Velázquez Delgado, fundadora de Hasta Bajo Project, recordó que el género lleva casi cuatro décadas de vida como parte de nuestra cotidianidad.
“Hay mucha gente que ahora escucha a Daddy Yankee sin problema porque también las letras se han (vuelto más digeribles). Siento que, por la comercialización, mucha gente está más abierta a escuchar el reggaetón de diferentes generaciones”, añadió.
Además de líricas más digeribles, la comercialización se ha beneficiado grandemente de la era digital. El streaming ha facilitado la reproducción de música, llegando a audiencias locales e internacionales más rápido, en comparación con las ventas de discos y álbumes físicos, como en los comienzos del reggaetón.
Esta evolución intergeneracional del reggaetón es evidente durante los días de la Residencia, donde familias y amigos se reúnen para celebrar no solo la música, sino la cultura puertorriqueña en su máxima expresión y el simple hecho de estar juntos.
Tal es el caso de Chacayra Romero, de 48 años y residente de San Juan, quien expresó no ser fanática del género o de Bad Bunny pero el hecho de que la Residencia atrayera a tantas personas la convenció de asistir a una función con su grupo de amigos.