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Foto de Puerto Rico desde el espacio de NASA

De la Tierra al espacio: Puerto Rico como centro aeroespacial del Caribe

La fundación sin fines de lucro provee programas educativos para estudiantes, empresarios y profesionales de STEM interesados en explorar el campo de las ciencias espaciales.

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El 12 de abril de 1961, el astronauta ruso Yuri Gagarin se convirtió en el primer hombre en orbitar la Tierra en la nave espacial Vostok 1.

En conmemoración de esta hazaña histórica, el ingeniero José Molina y la filántropa de riesgos Gina Morales fundaron la Fundación Espacial de Puerto Rico, mejor conocida como Puerto Rico Space Foundation (PRSF, por sus siglas en inglés), en 2023 para la misma fecha.

La organización sin fines de lucro busca que la isla se convierta en el “Caribbean Space Hub”, o el enclave de la industria aeroespacial en el Caribe, por medio de su misión de propulsar y promover una línea de desarrollo económico emergente: la industria del espacio.

“La visión principal es establecer una organización que ayude a la juventud en Puerto Rico, y al pueblo, a que desarrollen carreras en tecnología y en ciencias con la idea de que ese talento se interese en quedarse en la isla”, comentó Orlando Figueroa, miembro de su Junta de Directores y ejecutivo senior retirado de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).

Para lograr ese objetivo, los fundadores afirman que la educación, el empresarismo, la unión entre diferentes áreas económicas y la tecnología son pilares imprescindibles.

“(Estamos) empoderando a la comunidad de científicos y empresarios a que desarrollen la economía a través de sus iniciativas espaciales”, sostuvo Molina, quien funge como director general de PRSF.

Sin embargo, la meta mayor es retener y desarrollar el talento de científicos y profesionales en STEM puertorriqueños interesados en el cosmos, como ingenieros, físicos, químicos, biólogos, empresarios, entre otros.

La microgravedad como un atractivo para la isla

La Fundación Espacial se ha enfocado en atraer compañías y organizaciones científicas interesadas en el estudio de fenómenos espaciales como la microgravedad, mejor conocida como caída libre o “gravedad cero”.

“La microgravedad es la condición en la que las personas o los objetos parecen no tener peso. Los efectos de la microgravedad se pueden observar cuando los astronautas y los objetos flotan en el espacio”, según un artículo de la NASA.

Tecnologías como los vuelos parabólicos, los cuales recrean la experiencia de estar en gravedad cero, permiten el estudio y la experimentación del suceso extraordinario sin la necesidad de enviar a personas o instrumentos tecnológicos fuera de la atmósfera terrestre.

Este tipo de vuelo consiste en que un avión, especializado para maniobras parabólicas, ascienda y descienda en intervalos cortos, similar a una montaña rusa, a una altura mayor de 6,000 metros. En consecuencia, los pasajeros a bordo podrán sentir que flotan libremente en la cabina.

En otras palabras, la aeronave sube unos 20 segundos “en un ángulo inclinado. Luego, llega a un punto alto y comienza a ‘caer’ en una trayectoria curva (o una parábola). Durante esa caída, como las personas dentro están en caída libre, lo que crea la sensación de gravedad cero por unos 20 a 30 segundos. Después, el avión retoma el control y sube nuevamente para repetir la maniobra”, informó el emprendedor.

Foto suministrada por Puerto Rico Space Foundation.

Molina añadió que estas travesías son excelentes oportunidades educativas para estudiantes y científicos emergentes ya que pueden ser “mucho más accesibles y económicas” que misiones espaciales para instituciones académicas, laboratorios y empresas interesadas en estudiar los efectos de la microgravedad.

“Esto es crucial para estudiar cómo diferentes materiales, organismos y sistemas se comportan sin los efectos de la gravedad, lo que puede tener aplicaciones en biología, física, medicina y otras disciplinas”, enfatizó el experto.

Foto: NASA.

Un espacio accesible para todos

La PRSF también busca integrar iniciativas educativas, como “un programa de investigación en microgravedad en el currículo de las escuelas públicas de Puerto Rico para estudiantes de 12 años en adelante”, destacó el CEO.

El programa gratuito – que todavía no tiene fecha de inicio porque se encuentra en una fase de prueba -, incluiría apoyo para maestros sobre el tema por medio de talleres de capacitación y guías de experimentos. Entre ellos, una torre de microgravedad que le brindaría “experiencias de aprendizaje prácticas” a niños y jóvenes.

“Esta torre fue diseñada y desarrollada por un grupo de cuatro estudiantes de una escuela del oeste (de la isla) bajo la guía de ingenieros expertos de Collins Aerospace. Crearon una serie de guías para otros estudiantes con un enfoque de ensamblaje sencillo, que permite que los propios estudiantes la monten y exploren formas de mejorarla”.

Foto: NASA.

Morales, directora de operaciones de la PRSF, explicó que la torre de microgravedad fue creada utilizando tubos de PVC, un objeto y una cámara, colocada dentro de una cajita. El objetivo es que la cámara capture el efecto de la microgravedad sobre el objeto, que pareciera suspenderse en el aire, por unos 30 segundos.

Tan pronto el programa innovador esté listo para ser incluido en los currículos escolares, The Palmas Academy, en Humacao, y la Escuela Superior Urbana Carlos Colón Burgos, en Salinas, acordaron ser las instituciones educativas donde se implementaría el proyecto pionero.

Así, la fundación podrá evaluar, optimizar y expandir la iniciativa con la intención de “brindar acceso a experiencias únicas, como esta, desde una edad temprana”, comentó Molina.

A largo plazo, la organización aspira a que los jóvenes puertorriqueños participen del  NASA Drop Tower Challenge, una competencia anual en la que estudiantes de escuela secundaria podrán suministrar sus experimentos de torres de caída libre.

También, buscarían establecer una competición similar a nivel isla en la que los estudiantes participantes podrán enviar y comprobar sus modelos de microgravedad a un vuelo parabólico o, incluso, a la Estación Espacial Internacional.

Otra iniciativa que ofrece la Fundación Espacial es el Programa de adiestramiento virtual de Astronáutica Analógica Nivel Uno, en colaboración con la academia Mars-Moon Astronautics Academy and Research Science (MMAARS, por sus siglas en inglés).

El plan de módulos ofrece una formación completa en astronáutica análoga, por lo que está diseñado para simular condiciones similares a las que se experimentan en un viaje espacial y en otros cuerpos celestes, como la Luna y el planeta Marte.

El adiestramiento está abierto a participantes de 18 años, incluyendo a estudiantes, profesionales, científicos, investigadores y ciudadanos, interesados en astronáutica que desean “acceder a una formación de vanguardia en astronáutica analógica, investigación y desarrollo de la fuerza laboral”, indica la PRSF en su portal cibernético.

También brindan el Space Masterclass, una serie de seminarios en la que proveen destrezas de liderazgo enfocados en la industria astronáutica (el estudio de la navegación por el espacio), y conectan a participantes con expertos o empresarios en el campo para ayudarles a obtener oportunidades de empleo o de orientación de carrera.

Para más información sobre los ofrecimientos educativos y proyectos del Puerto Rico Space Foundation, puede visitar su página web.