Mientras hay un récord de cotorras puertorriqueñas volando libres en tres bosques, el proyecto de recuperación sirve de inspiración para la conservación de aves en otros países.  

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¿Qué está sucediendo? Los guacamayos azules brasileños tienen un aliado verde en el Caribe. Las estrategias de reproducción y reintroducción de la cotorra puertorriqueña, una especie en peligro de extinción, sirvieron para crear el programa que ayudó a que el guacamayo de Spix volviera a volar libre, tras más de 20 años considerado extinto en estado silvestre.  

• Uno de los que colaboró en la reintroducción del guacamayo de Spix al ambiente natural fue el biólogo de vida silvestre Thomas White, del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre (FWS) y encargado de las liberaciones de aves en el Programa de Recuperación de la Cotorra Puertorriqueña, un esfuerzo interagencial estatal y federal.  

“Desarrollamos una estrategia de reintroducción del guacamayo de Spix basado en los principios y estrategias que hemos utilizado aquí en El Yunque. Y aplicamos esto allá (en Brasil) con algunos ajustes por la especie, por el ambiente, por la situación ecológica de allá, y fue exitoso”, relató White a Platea, en una visita al bosque nacional con motivo del Día de la Cotorra, este viernes, 30 de mayo.

“En 2022, comenzaron a liberar el guacamayo de Spix y en el primer año después de esto, está anidando y volando pichones en estado silvestre”, destacó el biólogo.

¿Por qué es importante? Los esfuerzos locales de la recuperación de especies no solo sirven para salvar de la extinción a la cotorra puertorriqueña, sino que inspiran la conservación de especies similares a nivel global. Tal ha sido el éxito, que la cotorra puertorriqueña alcanzó la cifra récord de cerca de 400 individuos adultos volando libres en tres bosques boricuas por primera vez en más de un siglo. Hay, además, varios nidos con pichones en estado silvestre y otras 450 cotorras en cautiverio que podrían liberarse poco a poco.  

• “La cotorra puertorriqueña no solamente se está ayudando a sí misma en Puerto Rico; está ayudando a otras especies en otras partes del mundo. El beneficio no es solamente aquí; es un beneficio internacional de esa pequeña ave verde”, dijo White, coautor de un estudio científico sobre la reintroducción del guacamayo de Spix a su hábitat, así como de otros estudios sobre la cotorra puertorriqueña.  

“Con un año más de liberaciones y la reproducción de la misma ave en estado silvestre, la población fácilmente puede superar las 400 en estado silvestre en la isla entera el año que viene”.

Thomas White, biólogo de vida silvestre del FWS

Colaboración inesperada: el papel de la cotorra dominicana en el proceso de recuperación  

La historia de cómo la cotorra puertorriqueña ayudó al guacamayo de Spix de Brasil comienza mucho antes, en República Dominicana. Fue allí donde White, un amante de los animales criado en Tennessee que lleva más de 25 años estudiando diversas especies de loros, formó parte de un proyecto de investigación para su posdoctorado sobre cómo reintroducir cotorras a su ambiente natural.

Seleccionaron a la cotorra dominicana, una especie similar a la puertorriqueña pero que no está en peligro de extinción, para estudiar la metodología y los protocolos que servirían para el programa en Puerto Rico.  

“Lo que aprendimos allá lo aplicamos acá en El Yunque comenzando en el 2000”, contó White, quien estuvo encargado del proyecto entre 1996 y 1999. “(Fue) un ensayo, una práctica, de lo que íbamos a hacer después en El Yunque y aprendimos muchas cosas allá que fueron útiles, que mejoraron el éxito aquí”.  

No solo estudiaron cómo introducir loros criados en cautiverio a su ambiente natural. También utilizaron cotorras dominicanas que habían sido incautadas en Puerto Rico —provenientes del tráfico ilegal de especies— para ayudar en la crianza de los pichones de cotorras puertorriqueñas cuando no había suficientes aves.  

“Eso ayudó a crecer la población en cautiverio. Una vez que tuvimos suficientes padres puertorriqueños, no necesitas nodrizas. Fueron paulatinamente bajando la cantidad de cotorras dominicanas”, detalló el científico.  

Estas estrategias fueron luego compartidas con científicos en otras partes del mundo, incluido Brasil, lo cual ha sido fundamental en la conservación de especies en peligro.

¿Cómo funciona el Programa de Recuperación de la Cotorra Puertorriqueña? 

En la década de 1970, cuando inició el programa, la meta era evitar la extinción de la cotorra puertorriqueña, que habría desaparecido para los 1990 sin la intervención científica e interagencial, según White, debido a la deforestación y la caza ilegal.  

Tras establecerse el Aviario Iguaca en El Yunque, donde último se registró una población de entre 13-15 cotorras, inició el proceso de reproducción de la especie en cautiverio, mientras una escasa población silvestre intentaba sobrevivir.  

En el 2000, inicia el proceso de liberación, teniendo en cuenta varios elementos que han evolucionado con el tiempo, explicó White, entre ellos:  

• Usar la población en cautiverio como anclaje espacial: Como las cotorras son animales sociales, se utilizan las aves en cautiverio como un imán social para que las que se liberaran se quedaran cerca del aviario, permitiendo el monitoreo constante de parte de los científicos.  

• Práctica de vuelo y consumo de alimentos nativos: Antes de liberarse, las cotorras entran a una jaula de vuelo en la que tienen ramas con semillas y frutos nativos. Sirven para que aprendan a identificar los alimentos que comerán fuera, pero también para ser más ágiles en el vuelo, ya que en estado silvestre se enfrentarán a depredadores como el guaraguao, una de sus principales amenazas. 

• Monitoreo tecnológico constante: En la jaula de vuelo, a las cotorras se les ponen aparatos que simulan los monitores que se les colocarán cuando sean liberadas. Estos sirven para localizarlas y contabilizarlas. También se les colocan marcas en las patas para saber el año en que se liberan y, en el caso de las que nacen en estado silvestre, se identifica en sus patas el color del nido en el que nacieron.  

• Creación de nidos y monitoreo de pichones: Ante la falta de cavidades naturales para que las cotorras aniden, los científicos decidieron crear nidos falsos hechos de tubos PVC y cubiertos con ramas y madera. Estos nidos tienen cámaras infrarrojas que permiten el monitoreo constante de los pichones, lo cual ayuda en su supervivencia en estado silvestre.  

• Mantener la supervivencia de la población en cautiverio: Simultáneamente, se mantiene el monitoreo y apareamiento de la población de cotorras en cautiverio con el propósito de continuar liberándolas paulatinamente.  

Para que el establecimiento de la especie en estado silvestre sea exitoso, White explicó que es fundamental que las cotorras puertorriqueñas desarrollen:  

• Fidelidad del sitio: que quieran retornar al mismo lugar donde anidan y que sus crías se establezcan cerca de ellas.  

• Acogida de la bandada: que se acoplen con las aves con las que son liberadas para garantizar su supervivencia ante amenazas externas.  

• Supervivencia: que aprendan a enfrentar las amenazas.  

• Reproducción: que logren tener crías en estado silvestre.  

La importancia de ampliar la población: Ante las amenazas de los huracanes, que impactaron la población de cotorras en El Yunque en diversas ocasiones, se decide ampliar el proyecto a otros bosques y se introduce el Bosque Estatal de Río Abajo en Utuado. Allí se estableció el Aviario José Vivaldi, el segundo que cría cotorras en cautiverio, y se siguieron los mismos principios que en el Aviario Iguaca para la conservación de la especie.

• Posteriormente, se introdujo el Bosque Estatal de Maricao en el proyecto, para tener una tercera población y garantizar la diversidad de la especie, explicó White. Era una forma de “minimizar el riesgo de perderlo todo”.  

• La idea es sumar un cuarto bosque en los próximos años. “Hay un par de candidatos, pero no han tomado la decisión de exactamente dónde va a estar. Pero estoy casi seguro de que va a ser en el oeste”, de manera que las poblaciones de Río Abajo y Maricao también puedan interactuar, dijo White.

Un día en el Aviario Iguaca en El Yunque  

Las cotorras en cautiverio en las distintas jaulas del Aviario Iguaca siempre tienen el monitoreo de uno de los ocho empleados que laboran allí, dijo White. Nunca están solas.  

🌅 En la mañana, se prepara el desayuno para las cotorras en jaulas, pero también se colocan comederos para las que están en estado silvestre. Esto permite hacer el conteo. El día que fuimos, un viernes en la mañana, se contabilizaron 68 cotorras en El Yunque, le dijo uno de los trabajadores a White.  

☀️ Durante el día, se monitorean los nidos por las cámaras infrarrojas. Se hacen tareas de seguimiento y arreglos en el aviario.  

🌥️ En la tarde, las cotorras vuelven a comer. Los científicos las observan con los binoculares que llevan colgados al cuello. Anotan los datos, dan seguimiento al proyecto y determinan cómo será el proceso de liberación, que ocurre usualmente a principios de año.  

El aviario cuenta con un hospital equipado para cotorras, una jaula para huracanes (donde se colocan las aves en cautiverio cuando hay una amenaza), un taller para crear y reparar jaulas, una cocina para preparar los alimentos de las cotorras y un salón donde hay mesas para los empleados y camas para quienes les toque el monitoreo nocturno o en huracanes. También hay un espacio de oficinas donde están las pantallas para observar las cámaras infrarrojas de los nidos.  

¿Cuándo la cotorra puertorriqueña dejará de estar en peligro de extinción?  

El biólogo Thomas White guarda las esperanzas de poder ver el día en que la cotorra puertorriqueña deje de estar clasificada como una especie en peligro de extinción. Sin embargo, dijo que es difícil determinar la cantidad de aves que debe haber en estado silvestre para que esto ocurra.  

“No tenemos, hasta ahora, una cifra exacta porque, en el proceso de quitar una especie de la lista, hay primero que bajar la categoría desde ‘peligro’ a ‘amenazada’. Estamos ahora enfocados en tratar de llevarla a ese nivel y estamos siguiendo bastante rápido. Así es esto, y si seguimos con éxito, por lo menos durante mi vida, probablemente voy a verlo llegar a ese nivel”, dijo White. “Todo es posible, si seguimos con los mismos ingredientes, con el mismo apoyo que hemos tenido hasta ahora”.