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De Bairoa al gran escenario: ‘Cuco’ López y el regreso de los Criollos de Caguas

Christian “Cuco” López, nativo del barrio Bairoa, ha experimentado un cambio radical en su vida con el regreso del equipo de los Criollos al pueblo de Caguas.

Para Christian, todo cambió a sus 15 años de edad, cuando entró a la escuela superior y su entonces dirigente y mentor, Juan Molina, lo ayudó a entender que podía dedicarse a jugar baloncesto profesional. Desde entonces, ha hecho todo lo posible por demostrar la calidad de jugador que es.

En sus años universitarios, López representó a los Toritos de Cayey en la Liga Atlética Universitaria (LAI), donde culminó como el máximo anotador de los Toritos en el 2017.

Sin embargo, su trayectoria en el BSN no ha sido un cuento de hadas. “Yo supe estar en un juego, que fuéramos 8 jugadores y ver las dos sustituciones entrar mientras yo estaba en el banco con los coaches” relató el nativo de Caguas, quien siente que ninguna experiencia se compara a la que está viviendo junto a los Criollos.

Christian estuvo a punto de retirarse del baloncesto profesional por su situación económica, y justo cuando iba a tomar la decisión, luego de 8 largos meses de espera, recibe la llamada para notificarle que había sido escogido para formar parte de la plantilla liderada por Caanen.

“Fue un proceso bien difícil, era Caguas o me retiraba” reiteró el canastero.

🏀 Su primer juego en casa

«De película”, así describió “Cuco” su primer juego en el Coliseo Roger Mendoza. 

Tras 15 años en la espera del regreso de los Criollos, su niño interior que tanto luchó y que tanto frecuentaba sus juegos, cumplía su sueño ahora formando parte de la plantilla, enfrentándose a unos Vaqueros de Bayamón que incluían a Javier Mojica, a quien Christian menciona como su modelo a seguir.

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Es un juego que marcó su carrera y recordará toda la vida, jugando 31 minutos por primera vez en su carrera profesional. Llegó el cuarto quarter, Akil Mitchel le pasó el balón y ¡BOOM! ¡FOUL Y VALE!, canastazo que le daba la ventaja a los Criollos restando cinco segundos.

¡Cuco! ¡Cuco! ¡Cuco!”, exclamaba la fanaticada.

“Yo [estaba] en el piso tirado, escuchando a todo el mundo gritar mi nombre. Ese momento en especial, de yo estar tirado en el piso y escuchar a todo el mundo gritando fue, como quien dice el ‘por esto es que tú trabajaste tanto’ o ‘esto era lo que Dios tenía planificado conmigo’ y por eso me puso tantas pruebas. Todos los elementos que conllevaron ese juego, para mí ese es el sueño de todo niño”.

🔥¿Qué podemos esperar de Christian y esta nueva era de los Criollos?

Por su parte, Christian tiene claro lo que él significa para la franquicia y el público. Su meta es establecer su nombre en el BSN y poder proveer para su familia.

 Ser nativo de Caguas es especial, pero también viene con una responsabilidad. López sabe que es un modelo a seguir para las próximas generaciones, y que las personas que lo conocen y lo siguen pueden seguir viviendo sus sueños a través de él.

Yo me quiero quedar aquí hasta que me retire”, manifestó el cagueño.

La imagen de Cuco surge a la misma vez que la de los Criollos, y ambos tienen un objetivo en común: traerle alegría, esperanza y diversión al pueblo de Caguas.

Luego de recordar toda su trayectoria con un nudo en la garganta, López le envía un mensaje a la fanaticada: “Es bien difícil explicarlo y es demasiado especial el hecho de que la fanaticada grite mi nombre, y cada vez que la fanaticada grita mi nombre me hace pensar en todo lo que tuve que pasar para estar donde estoy. Es eterno el agradecimiento que yo tengo con Wilhelmus, con John, con Rick y con la fanaticada. Esta ha sido la mejor experiencia de mi vida y ha sido gracias al fanático.»

Para Christian, es un honor ser el hijo del pueblo.