Centro

Las Delicias, en Ciales es una cascada de fácil acceso. Una vez te estacionas, solo tienes que seguir el sendero por un par de minutos y de inmediato puedes ver el agua cayendo sobre las rocas. La cercanía hace que esta cascada sea perfecta para ir a sentarse a hacer picnic y coger aire fresco en días calurosos. La distancia desde el parking es de aproximadamente 5 minutos caminando.

El agua en el Charco Ataúd en Adjuntas siempre estará bien fría. Bañarse en sus aguas cristalinas produce calma y tranquilidad al estar rodeado por vegetación natural. El acceso para llegar al charco El Ataúd es bien fácil, pero una vez estés allí, hay que tener mucha precaución caminando por el área porque los peñones son bien resbalosos. ¡Mucho cuidado, no te vayas a caer! La distancia desde el parking es de aproximadamente 5 minutos caminando.

Esta taberna es un rincón en el mismo centro de Aibonito. La especialidad son cervezas artesanales y de barril. Combina el catar las cervezas con un menú variado de comida asiática, mexicana o criolla.

De camino a Aibonito te encuentras con uno de los puntos más famosos y atractivos de su paisaje. Allí, justo en la carreta 171, Piedra Montá se perpetúa como un símbolo de inspiración para artistas y visitantes que intentan descifrar cómo se mantiene allí. Un spot para recordarnos que, ¡se trata del balance! Pintada en la piedra se encuentra una de las banderas del proyecto, “78 pueblos y 1 una bandera” de Hector PR. ¡No te vayas sin sacarte la foto!

El espacio se compone de tres opciones de casetas: El balcón de Amador, La Plazoleta de Lucas y La Guarida de Seba. El área cuenta con un lugar para hacer fogata, hamacas y hiking.

La Reserva Natural Las Cabachuelas cuenta con 60 cuevas, localizadas en el pueblo de Morovis. Recorrer la reserva entera toma de cuatro a cinco horas, así que te recomendamos llevar agua y comida liviana. Las cuevas están llenas de arte arqueológico y los guías siempre están llenos de entusiasmo para compartir su conocimiento. El Proyecto Las Cabachuelas lo maneja un grupo de Moroveños con apoyo del municipio.

Un restaurante único con estampas típicas puertorriqueñas y un amplio espacio al aire libre apto para niños y familias grandes. Su menú cuenta con opciones de comida boricua como mofongo, asopao y más.