Explora 15 de las leyendas más extrañas de Puerto Rico

¿Qué tienen en común un corsario que ronda una ermita y un perro convertido en piedra? Son parte del rico universo de leyendas puertorriqueñas: historias donde lo real se entrelaza con lo fantástico, donde los amores prohibidos florecen entre mundos enemigos y donde los espíritus errantes habitan garitas, montañas y quebradas de la isla.

Estas narraciones, que habitan cada rincón de la isla, son más que simples cuentos. “La leyenda te hace una historia de vida y te da acción, te la personifica muchas veces en un ser humano, en una persona, y yo creo que eso es parte de por qué las leyendas tienen a veces hasta más fuerza que la misma historia”, explica a Platea el arqueólogo e historiador Miguel Rodríguez López.

Pero ¿qué es exactamente una leyenda? Rodríguez López las define como “historias y narraciones que hace la gente, donde combinan la historia real, la cronología de los eventos, siempre con algo fantástico”. Son, dice, lo que le da vida a los documentos fríos de la historia oficial.

En cada rincón de Puerto Rico hay leyendas tanto regionales como nacionales. El profesor ha logrado recopilar varias de ellas a través de sus estudiantes para la composición de su próximo libro, “Leyendas del Turabo”. 

Conoce aquí 15 de esas leyendas y otras anécdotas populares de la isla.


Miguel Enriquez, la leyenda de Toa Baja 

Ruinas de la Ermita Nuestra Señora de la Candelaria
Ruinas de la Ermita Nuestra Señora de la Candelaria del Plantaje, en el barrio Sabana Seca de Toa Baja. (Colección Registro Nacional de Lugares Históricos/Fundación Luis Muñoz Marín)

Cada febrero, cuando las velas titilan en la antigua ermita de la Virgen de la Candelaria  de Toa Baja, los fieles se congregan para honrarla. Pero entre los rezos y cánticos, late una historia que pocos se atreven a susurrar: la del corsario que nunca se fue.

Miguel Enríquez no nació con fortuna. Era un criollo de tez negra –zapatero primero, curtidor de cueros después– que conocía el hambre y la lucha. Las calles polvorientas lo vieron comerciar con mercancía de contrabando. 

De vendedor de sombras pasó a capitán corsario, comandando embarcaciones que surcaban el Caribe con su bandera al viento. Sus audacias contra los enemigos de España lo elevaron hasta convertirse en uno de los criollos más poderosos del siglo XVIII. Acumuló tierras, propiedades y riquezas. Entre sus posesiones más preciadas está la ermita de la Candelaria, donde su alma, dicen, aún ronda.

Los devotos porfían que en la ermita aparece el espíritu de Miguel Enriquez, que todo el mundo lo ve, y que en ese instante se apagan las luces.  Momentos después, escuchan el eco del caballo de Enriquez galopando entre las sombras.

“Es una fantasía, pero te dice del país también, te cuenta la historia del país”, señaló el historiador Rodríguez López.


El perro de San Gerónimo

Fortín San Gerónimo
Fortín San Gerónimo en el 1960. (Getty Images)

Frente al Fortín San Gerónimo, había una roca con forma curiosa que los sanjuaneros conocían bien. 

La leyenda cuenta que había un pescador humilde que salía cada mañana al mar y su perro lo esperaba en la orilla. Así fue durante años, hasta que un día el mar se llevó al pescador para siempre. 

El perro siguió yendo al mismo lugar, esperándolo cada día. Pasaron meses, y una mañana encontraron una piedra con forma de perro acurrucado, mirando hacia el mar. Dicen que el perro esperó tanto que se convirtió en piedra. 

La roca estuvo ahí durante generaciones hasta que la fuerte marejada la borró. Sin embargo, la gente de San Juan todavía recuerda al perro que se convirtió en un símbolo de lealtad. 

Según el historiador, esta leyenda se conoce desde principios del siglo XX. Incluso la gente del antiguo hotel San Gerónimo retocaba (la piedra) con cemento cuando el mar la borraba un poco”, añadió.


Leyenda de origen taíno: Guanina, la montaña de la india 

Vista al municipio de Caguas
Vista del municipio de Caguas (Captura Visita Caguas)

Guanina era una mujer de belleza incomparable, hermana del gran cacique Agüeybana. Sin embargo, su corazón no le pertenecía a su pueblo, sino a un conquistador de ojos claros: Cristóbal de Sotomayor. 

Era un amor imposible, prohibido, que florecía en secreto entre dos mundos destinados a la guerra. Cuando los vientos de la rebelión indígena comenzaron a soplar y los tambores de guerra retumbaron en las montañas, Guanina se enteró de la fecha exacta en que su pueblo atacaría a los españoles. 

Desgarrada entre la lealtad a su sangre y el amor que consumía su alma, tomó la decisión que sellaría su destino: corrió a advertir a Cristóbal, rogándole que huyera antes de que fuera demasiado tarde. Pero ni su valentía ni su sacrificio pudieron salvarlo.

Los guerreros taínos alcanzaron a Sotomayor y lo mataron en el camino. Cuando descubrieron que había sido Guanina quien lo advirtió, la sentenciaron a muerte también. 

Hoy, en el barrio Bairoa de Caguas, se alza la silueta de «La Montaña de la India», donde el perfil de Guanina descansa eternamente, mirando al horizonte, esperando quizás un reencuentro que nunca llegará.

La leyenda de Guanina y Cristóbal de Sotomayor es una de las más conocidas del folklore puertorriqueño, pero existen diversas versiones de esta historia de amor trágico. Mientras algunas narraciones cuentan que los amantes fueron enterrados juntos tras sus muertes, otras relatan que Guanina murió primero al interponerse para proteger a Don Cristóbal durante el enfrentamiento. La versión que presentamos aquí fue proporcionada por el arqueólogo Miguel Rodríguez López.


Leyendas Criollas: El pozo de Jacinto, el río Sana Muertos, el tunel de Guajataca

a. El Pozo de Jacinto

Pozo de Jacinto, en la Playa de Jobos de Isabela.
Pozo de Jacinto, en la Playa de Jobos en Isabela. (Getty Images)

El nuevo álbum de Bad Bunny, «Debí tirar más fotos», está lleno de referencias puertorriqueñas. Una de estas se puede escuchar en el tema «Weltita», cuando la vocalista de Chuwi hace un llamado a Jacinto, personaje que forma parte de la leyenda que involucra el conocido Pozo de Jacinto, en la Playa de Jobos de Isabela.

Se dice que existió un campesino llamado Jacinto que, mientras llevaba a sus vacas a comer por el área, una de ellas, amarrada a su cintura, se asustó por los truenos y salió despavorida hasta caer al pozo, llevándose a Jacinto consigo. Otra versión de la leyenda, con el mismo final triste, narra que la vaca se acercó demasiado al pozo hasta caer tanto la vaca como Jacinto.

Cuando visites el pozo, no olvides gritar «Jacinto, dame la vaca», frase que complementa la leyenda. Es esencial decirla en español, ya que Jacinto no sabía hablar inglés.

b. El Río Sana Muerto

Imagen de un río en Puerto Rico
La leyenda cuenta que el río tiene propiedades curativas especiales. (Getty Images)

El Río Sana Muerto, que recorre los pueblos de Morovis y Orocovis, es origen de una leyenda rural de décadas. Cuentan los orocoveños que, cuando no había carreteras en Puerto Rico, una vez hubo un grupo que cargaba un féretro en un entierro. De camino al cementerio, una de las personas se resbaló y el féretro cayó en el río. La caja se rompió y el cuerpo cayó sobre las rocas.

Cuenta la leyenda entonces que el muerto revivió de repente y pidió auxilio a los presentes. Todos huyeron en pánico, pero luego recibió ayuda de personas que no lo conocían. Desde entonces, la leyenda cuenta que el río tiene propiedades curativas especiales. 

Hoy, en Morovis, el área se reconoce por una de las cascadas más impresionantes de la isla: la Cascada Sanamuertos

c. El Túnel de Guajataca

Vista del Túnel de Guajataca
Vista del Túnel de Guajataca. (Getty Images)

Este túnel formó parte del sistema de ferrocarriles de Puerto Rico que recorría toda la isla. La leyenda cuenta que, durante las primeras décadas del siglo XX, ocurrió un accidente que mató a decenas de pasajeros. Desde entonces, los isabelinos y quebradillanos cuentan escuchar las voces de las víctimas al atravesar el túnel de noche. 

En años recientes, esfuerzos de organizaciones locales han revitalizado el túnel para resaltar su valor histórico, y lo han convertido en un área turística. Si deseas conocer más sobre la historia del sistema de vías en Puerto Rico, puedes visitar el Museo del Tren en Isabela, que formó parte de estos esfuerzos.


La Garita del Diablo

Garita del Diablo en el Fortín San Gerónimo
Garita del Diablo en el Fortín San Gerónimo. (Getty Images)

Durante el siglo XVII los guardias de la Corona Española protegían la ciudad de ataques desde los fortines conocidos como garitas. Cuenta la leyenda que, una noche, un centinela nunca contestó la llamada protocolar de sus compañeros, en medio de una noche con oleaje fuerte. Ningún guardia se atrevió a verificar la garita, y al amanecer, los soldados vieron que solo quedaba un uniforme y un arma, pero ninguna otra huella del centinela. 

Se dice que los guardias atribuyeron la desaparición a que “se lo había llevado el diablo”. 

Quienes quieran ver la famosa Garita del Diablo pueden visitar el Fortín del Espigón en el Castillo San Cristóbal. 

Según el arqueólogo, algunas leyendas representan rasgos vivos de la herencia histórica de Puerto Rico. Entre las más populares se encuentran aquellas de raíces indígenas, europeas y africanas:  “Muchas son de temas indígenas, se retrocede bien atrás en la historia, tenemos también de la herencia africana (…). Tenemos entonces la herencia europea y otras como la del Pozo de Jacinto, que es de gente criolla”.


Leyenda de origen africano: Mongo, el esclavo incomprendido

Vista al municipio de Caguas
Según la leyenda, el espíritu de Mongo quedó atrapado. (Getty Images)

Un padre solía ir a pescar con sus hijos a una quebrada tranquila en el barrio Valenciano de Juncos. Una tarde, mientras estaban en la orilla con sus cañas, vieron algo extraño que salía de entre los matorrales: una criatura que se arrastraba como un gusano, moviéndose de forma que nunca habían visto antes. Era el Mongo. Asustados por aquella figura desconocida, dejaron todo y corrieron de regreso a casa sin mirar atrás.

Pasaron los días y, aunque con temor, decidieron volver a buscar sus cosas. Para su sorpresa, el Mongo apareció de nuevo. Se quedó ahí, mirándolos fijamente, como si quisiera decirles algo importante que ellos no lograban entender. Sus ojos parecían suplicar comunicación, pero las palabras no llegaban. Los pescadores nunca regresaron a ese lugar. 

Cuentan que el Mongo era el espíritu de un esclavo africano que quedó atrapado entre mundos, alguien que murió sin poder hablar su lengua natal ni aprender la nueva, condenado a vagar eternamente buscando quien lo comprendiera. 

Desde entonces, esa quebrada se llama “la quebrada del Mongo”, y algunos dicen que todavía se le puede ver arrastrándose entre las sombras, intentando contar su historia.


Las Lloronas

Una mujer disfrazada de
Una mujer disfrazada de La Llorona interpreta Leyendas de Guatemala en el barrio Cerrito del Carmen antes de la celebración del Día de Todos los Santos, el 31 de octubre de 2017. (Getty Images)

Esta leyenda suele tratarse de una mujer que falleció trágicamente y que vaga la Tierra en pena. Aunque cada relato tiene sus diferencias, suelen describirla como sigue: joven, buscando transporte, entrando y desapareciendo, y a veces hasta comparte con quien la recoge. A veces, va de blanco, como novia. Dicen verla en tramos aislados, carreteras oscuras y en puentes.

Es una leyenda común en muchos países latinoamericanos, con su origen disputado entre ser de España o de culturas mexicanas, prehispánicas. Conoce los lugares donde acontecieron los relatos más famosos de la Llorona en Puerto Rico: 

  • Cara del Indio | Isabela
  • Puente de la Carr. 303 | Lajas
  • Cementerio Municipal de Yauco | Yauco
  • Puente Las Calabazas | Coamo
  • Puente Mavillas | Corozal
  • Lago Carraízo, Sector La Trompeta | Trujillo Alto

La Mansión de Levy

Conocido como La Rambla, este edificio alberga las ruinas de la primera planta embotelladora de agua en el archipiélago. Construida en 1932, es cuna de múltiples leyendas que los lareños han contado por décadas. Una de las más conocidas narra que una mujer advirtió a un grupo de hombres franciscanos que cualquier construcción en la zona del manatial natural sería destruida. La mujer desapareció dejando un halo verde que aún puede verse en las noches. Otra versión narra un encuentro violento entre el dueño de la planta y su hija, cuyo espíritu aún vagaría las ruinas.

El municipio de Lares anunció aquí la construcción del Museo de Historia General de Lares, con una subvención de 3.8 millones, según el medio La Isla Oeste.


Los fantasmas del Viejo San Juan

Fachada del Hotel El Convento, en San Juan
Fachada del Hotel El Convento, en San Juan. (Getty Images)

Uno de los lugares con más leyendas sobre apariciones espectrales es el Viejo San Juan. Desde ciudadanos en agonía hasta monjas murmurantes, la antigüedad de la ciudad se presta para relatos a lo largo de cientos de años. Sucesos como los conflictos armados, el tráfico de personas esclavizadas y las crisis de salud pública provocaron altas tasas de muerte. Por eso, es posible que aquí haya tantas leyendas sobre aquellos que murieron sin paz.

Hoy, estos lugares son de valor histórico o turístico. A continuación, algunos de los lugares donde más han contado ver espíritus:

  • Castillo San Felipe del Morro: fortín más conocido del Viejo San Juan.
  • Hotel El Convento: alojamiento en el centro del Viejo San Juan que fungió como convento de monjas por décadas.
  • Teatro Tapia: teatro emblemático con una larga historia de funciones reconocidas.
  • Museo de las Américas: museo de historia y arte que sirvió como hospital durante la Segunda Guerra Mundial.

Las criaturas de la noche

Desde los 70, se han contado distintas leyendas sobre criaturas nocturnas que dejan decenas de ganados muertos de manera inexplicable. Conoce un poco más sobre cada una a continuación:

  • El vampiro de Moca: En 1975, surgieron decenas de reportajes sobre muertes inexplicables de ganado en Moca. Los ciudadanos estaban preocupados por lo que describieron como un animal semejante a un pájaro que pesaba cerca de 50 libras. A pesar de que hubo grupos de cacería, nunca hallaron la criatura. 
  • El Chupacabras: 20 años después, surgió algo similar en Canóvanas. La cacería de esta alegada criatura estuvo a cargo del exalcalde José “Chemo” Soto. Similarmente, decenas de ciudadanos se preocuparon, y hasta surgieron expediciones de búsqueda. No hallaron chupacabras algunos. 
  • La gárgola: En 2010, El Nuevo Día reportó que sobre 500 personas se reunieron en la Central Guánica para cazar a una supuesta gárgola. Aunque la cacería se calmó, en 2018 se revivieron los rumores en Barceloneta, cuando los ciudadanos comenzaron a ver animales morir sin explicación. Esta búsqueda fue ampliamente cubierta en los medios, pero nunca hallaron la criatura.

Según el catedrático Raúl Pérez Rivera, no ha existido evidencia palpable de estas criaturas; al contrario, examinaciones de fotos del vampiro de Moca y del cadáver de otra alegada criatura extraña, el Garadiabolo, apuntan a que las personas han alterado los cuerpos de especies para hacerlos pasar por estos animales extraños.


La ruta extraterrestre

La carretera estatal PR-303 se conoce como la “Ruta Extraterrestre” por la alta cantidad de avistamientos de OVNIs que han reportado los ciudadanos durante décadas. Incluso, en algún momento existieron planes de crear un “ovnipuerto” como destino turístico en el área. 

Aunque algunos de los avistamientos se han podido explicar, abundan las leyendas sobre el aerostato que lo sobrevuela, aviones militares, temblores y OVNIs perturbadores. Quizás nunca se conozca del todo lo que ocurre aquí.