“Hecho en Mayagüez”: La pasión de una fanaticada que no se rinde

Por tercera vez en sus 55 años de historia, los Indios de Mayagüez han alcanzado una semifinal del Baloncesto Superior Nacional (BSN), un hito que ha encendido los corazones de una de las fanaticadas más fieles del deporte puertorriqueño.

Con un equipo que muchos no consideraron competitivo desde el inicio de temporada, la escuadra mayagüezana ha demostrado el compromiso pueden más que cualquier pronóstico.

“Nos pusieron últimos en el ranking, y eso nos dio una razón más para forzarnos”, cuenta Gerardo Díaz, fanático que vio su primer juego a los 11 años con su papá. Hoy, con 33 años, vive uno de los momentos más memorables de su vida deportiva.

  • Díaz comparte emocionado que ha sido fanático de toda la vida, desde que sus padres lo llevaban de niño a los juegos.
  • Desde 2010 no se pierde ningún partido, y esta temporada ha sido especial para él, sintiendo una conexión única entre el equipo y su fanaticada.

Esa unión, precisamente, ha sido clave. Bajo el liderazgo del dirigente Iván “Pipo” Vélez — reconocido como Dirigente del Año del BSN 2025 tras llevar a los Indios al liderato de la Conferencia B con récord de 21-13 — y figuras como Edwin Méndez — a quien describen como un guerrero que da el todo por el todo —, el equipo logró consolidar una identidad combativa y resiliente que conecta profundamente con su público.

Fanáticos y jugadores celebran junto al dirigente del equipo, Iván Pipo«Vélez el pase a la semifinal de la Conferencia B. (Foto: Suministrada)

“Estamos todos en la misma página, en el momento correcto, con las piezas claves”, comentó por su parte Carlos Arroyo, quien también ha seguido el equipo desde su infancia.

Este año, para muchos fanáticos, el logro de Los Indios representa una reafirmación de algo que sienten se olvida en el BSN: que el talento del oeste de Puerto Rico puede competir al mismo nivel que el de la zona metropolitana.

  • En Mayagüez, la historia está presente en cancha y no se descarta a nadie. Jugadores como Georgie Pacheco-Ortiz, hijo de la ciudad que después de jugar con los Leones de Ponce se convirtió en pieza clave de los Indios desde 2022, son ejemplo de ese espíritu luchador mayagüezano.

Es el mejor ejemplo de ser indio: guerrido, fajón. Y veo mucho de eso en los jugadores de ahora”, dice Arroyo, exjugador y hoy parte del equipo de trabajo de los Indios.

📈Sabías que…La energía se ha sentido, y no solo en la cancha. En el Palacio de Recreación y Deportes de Mayagüez, los boletos para el séptimo juego ante los Capitanes de Arecibo se vendieron en apenas cuatro horas.

 

  • Con capacidad para 5,100 personas, el coliseo se desbordó hasta con jóvenes sentados en las escaleras, una imagen que no se veía desde el campeonato de 2012. Los Indios se llevaron la victoria en ese partido decisivo.

“Las grandes fanaticadas se crean de momentos grandes”, afirmó Díaz. “Y eso fue lo que vimos contra Arecibo en ese séptimo juego decisivo”, aseguró.

Y es que momentos como ese definen la identidad de los Indios: la capacidad de venir de atrás, de no rendirse jamás.

“Nos han dado por muertos en cada juego y al otro día salimos a trabajar y damos el todo por el todo”, afirmó Kevin Rivera, uno de los seguidores más fieles del equipo durante esta temporada.

🕒 Cuando el tiempo es el aliado

Justo la semana pasada, Josué Erazo encarnó esa mentalidad cuando, restando apenas 1.08 segundos en ese partido contra los Capitanes de Arecibo, encestó un canastazo que le dio a Mayagüez el pase a la semifinal.

  • Contra Manatí, en la temporada regular, el equipo remontó nueve puntos en el último minuto. Y frente a Ponce, en el primer juego de la serie final de conferencia, la fanaticada no se rindió aunque el marcador fuera adverso.

“La gente no se sienta, no se va hasta el último segundo”, dijo Arroyo.

En ese sentido, Arroyo recalca que el lema del año, “Hecho en Mayagüez”, no es solo una frase.

Es una declaración de orgullo y pertenencia. Es una bandera que une a toda una ciudad y que ha dado forma a una fanaticada “bien fogosa”, como se observa desde las gradas.

¿Que sigue ahora?

Y mientras se disputa la serie final de la Conferencia B ante los Leones de Ponce, la esperanza sigue viva. Con Ponce arriba 2-1, los Indios viajan este viernes a territorio ponceño para el crucial cuarto juego.

“El reto más grande es traer la energía, pero con el apoyo de la fanaticada estamos mentalmente preparados”,

 

Carlos Arroyo, exjugador de los Indios de Mayagüez

Para Díaz, todo se resume en una palabra: ilusión. Reconoce que ser parte de una fanaticada con menos títulos históricos significa alimentarse de esperanza, y este equipo la mantiene viva.

Su deseo, como el de miles, es que este sea el año en que escriban un nuevo capítulo en la historia del baloncesto mayagüezano.