Dulzura Borincana expande su conquista a nuevos mercados
Lo que comenzó como una producción en una marquesina de Moca en 1998, es hoy un imperio de sabor que lleva la receta de Puerto Rico a más de 4,000 puntos de venta a nivel internacional, principalmente ubicados en Centroamérica y Estados Unidos.
Se trata de Dulzura Borincana, empresa de dulces típicos que en el primer trimestre del próximo año llegará a una cadena de supermercados de República Dominicana. Durante el mes de noviembre los dulces de ajonjolí sin azúcar, ajonjolí con miel, almendras y coco, llegarán también a Sam ‘s Club de Estados Unidos.
“Estaremos entrando en Sam’s en los próximos meses, en Estados Unidos, y también República Dominicana, que le vendíamos al aeropuerto y ahora vamos a venderle a una cadena de tiendas allá que ya firmamos el contrato”, adelantó a Platea la vicepresidenta de la empresa, Carmen Ríos, en el podcast Punto Aparte.
De la idea a la exportación
En 1998 Carlos Rivera, esposo de Carmen Ríos y fundador de Dulzura Borincana, le compró tres recetas a su padre: la de ajonjolí, la de coco y la de marrallo. Creó la marca de Dulzura Borincana y bajo ella desarrolló más de 16 combinaciones de sabores.
En 2008 exportaron por primera vez a las tiendas Marshalls en Estados Unidos. Ahora, su variedad de dulces típicos decora los pasillos de tiendas como Burlington, TJ Maxx, Marshalls, Homegoods, Ross, Walmart y supermercados por Centroamérica y el mundo.
Entre los productos más vendidos está el dulce de ajonjolí, miel y almendras; el ajonjolí sin azúcar, las barritas de linaza, los bocaditos de coco-piña, coco-jengibre, coco-guayaba y las barritas healthy de mezcla de semillas y nueces.
🇵🇷 Dulzura Borincana en el tiempo
De Moca para el mundo
Guiados por la filosofía de que «no existe lo pequeño cuando la visión es grande», han convertido cada besito de coco en un pasaporte sensorial que lleva a los consumidores hasta Moca, municipio en donde radica la planta de producción de 50 mil pies cuadrados.
“Lo más lindo de todo es que hemos podido nacer y crecer desde aquí, pero con una visión global”, comentó emocionada.
Desde aquellas primeras producciones artesanales han transcurrido 27 años, pero la emoción es la misma: “A estas alturas de mi vida, tengo 44 años de edad, yo viajo, veo mi producto en una góndola de supermercado en distintas partes del mundo y digo wow. De verdad, yo siento mariposas en el estómago como si fuera la primera vez”.
“Me gusta ser optimista porque creo en las oportunidades, creo que las oportunidades son infinitas y sobre todo en Puerto Rico, que es un terreno súper fértil para emprender. Tenemos todo para brillar, para escalar y las oportunidades no tienen límites en Puerto Rico”, expresó Ríos.
“A veces el mercado ideal no está esperando por nosotros, nosotros tenemos que salir a buscarlo”.
– Carmen Ríos, vicepresidenta de Dulzura Borincana
El próximo proyecto
Los pilares fundamentales de la empresa se cimientan en dos aspectos clave: la escucha activa del consumidor y la autenticidad. Bajo esta filosofía, en 2026 lanzarán la línea Vivify Snacks que, según explicó Ríos, representa “vivificar y renacer», que fue el proceso que pasó Carlos cuando sobrevivió al cáncer.
“Vamos a lanzar esa marca con productos muy healthy: barritas de semillas, nueces, altas en proteínas y bajas en azúcares”, adelantó.



