
La histórica Residencia de Bad Bunny en fotos
La Residencia de Bad Bunny “Yo No Me Quiero Ir De Aquí” se convirtió en mucho más que una serie de conciertos – fue una celebración masiva de la identidad puertorriqueña que transformó el Coliseo José Miguel Agrelot (‘Choli’) en el epicentro cultural del Caribe.
Con 30 funciones, más de 420,000 asistentes totales, y visitantes de todos los continentes, el Conejo Malo creó lo que él mismo llamó ”el party de marquesina más grande de todo Puerto Rico.”
Este fenómeno no solo rompió récords de asistencia, sino que demostró el poder de la música como puente generacional y geográfico, uniendo a boricuas de aquí y de allá en una experiencia de entretenimiento que se convirtió en un acto de afirmación cultural.
A continuación, 33 imágenes y varios momentos que el equipo de Platea capturó durante la histórica Residencia.
La experiencia boricua y detalles que nos definen
La experiencia puertorriqueña desbordó desde las estaciones del tren hasta el Choliseo. Al bajarse en Hato Rey, la transformación era total: estudiantes tocando en las Estaciones Musicales, mesas de dominó, vendedores de limbers de limoncillo y chocolate caliente con queso.
Como observó la periodista Cindy Burgos Alvarado de Platea, la gente bailaba en una disco improvisada, tomaba café con ron, y se arreglaba el maquillaje ”pa’ estar bien emporifollá.”
El Trocadero frente al Choli se convirtió en un festival gastronómico con lechón asa’o, morcillas, y hasta un poke bowl inspirado en “LO QUE LE PASÓ A HAWAii”. Como describió Burgos: ”No había que tener taquillas pa’ colarse en la fiesta patronal.”
Puerto Rico entero se había convertido en una celebración.
📲 Lee la reseña de Cindy durante la primera función.
Familias y generaciones en el Choliseo
El octavo fin de semana demostró las conexiones familiares que creó la Residencia. Eileen de los Reyes (70) voló desde Boston tras 50 años fuera, decidida: “Yo tenía que ver esto.”
Para ella, Bad Bunny es “un hijo de todas las madres y abuelas” que logró crear “un lenguaje para los que estamos afuera y los que estamos aquí.”
Ese mismo fin de semana, Aida Colón (80) compartía la experiencia con su hijo y nieta, mientras Maryann Meléndez convertía los boletos en el regalo de Navidad perfecto para unir a su familia en su primer concierto juntos.
Entre risas y lágrimas, Sandra Morales confesaba a su amiga de 40 años, Wanda Rodríguez, cómo “DeBí TiRAR MáS FoTOS” le recordaba a su padre fallecido.
📲 Tres Generaciones unidas por Bad Bunny y el reggaetón
“Es un proyecto para activar a Puerto Rico, especialmente el turismo, para la juventud, para el mundo entero. Y me gusta auspiciarlo, y qué bueno que todo ha salido bien hasta ahora.”
– Aida Colón, 80 años y residente de San Juan
La moda y el capicú de emociones
Los fanáticos convirtieron cada noche en un desfile de puertorriqueñidad desbordante. Margarita Santiago, de 70 años de Naranjito, destacó llegando sola al cuarto concierto del 25 de julio con su meticulosa recreación del traje sastre de Prada que Bad Bunny lució en el MET Gala 2025.
Alejandra Texidor confeccionó un traje blanco con flores de maga usando telas rojas y amarillas, incorporando botones de dominó heredados de su madre en forma de capicú – fusionando el juego sagrado puertorriqueño con la moda.
Los colores patrios dominaron: rojo, blanco y azul en cada esquina, con la pava como sombrero estrella y la flor de maga como fiel compañera.
📲 Adéntrate en la historia completa aquí.
Puerto Rico como destino mundial
Se espera que más de 200,000 personas del extranjero llegaron para las funciones de agosto y septiembre, según Billboard. Los fanáticos viajaron desde Ecuador, Perú, El Salvador y República Dominicana, muchos pisando suelo boricua por primera vez.
Para la diáspora, como Carlos de El Bronx con 50 años fuera, fue un regreso emotivo para apoyar la economía local. Mariana Mercedes desde Buenos Aires encontró en “DeBí TiRAR MáS FoTOS” un mensaje personal sobre la nostalgia.
Eric Alvayero, salvadoreño de Queens, transportado a su infancia cuando “BAILE INoLVIDABLE” sonaba, recordó cuando sus padres llenaban la casa con música caribeña – los sonidos que ahora Bad Bunny renovaba para una nueva generación.
“He aprendido cómo puedes estar conectado con tu país aunque no vivas en él. Por más que hayas emigrado, las raíces y la familia siguen siendo fundamentales.”
– Mercedes, ecuatoriana y residente en Buenos Aires
📲 Conoce a los visitantes que llegaron a la Residencia
Fotos por Brandon Cruz para Platea.