
La décima en Puerto Rico: 100 maneras de cantar seises, aguinaldos y el típico lelolai
Entre las muchas herencias culturales que nos unen con Latinoamérica, hay una que ha calado hondo en nuestro folklore: la décima. Esta estrofa poética de 10 versos octosílabos se convirtió en la voz del campo puertorriqueño, en el vehículo para cantar alegrías, penas, amores y luchas colectivas.
En la isla, su diversidad rítmica es excepcional. “Hay estudios que ubican más de 100 maneras de cantarla”, afirmó a Platea Omar Santiago, trovador y director de Decimanía, una organización cultural sin fines de lucro dedicada a la preservación y difusión de la décima, la trova y la música típica. Más de 80 seises, más de 30 aguinaldos. Todos música típica puertorriqueña, todos con el sello único de nuestra identidad.
Aunque los asociamos con las fiestas navideñas y las Promesas de Reyes, los temas de las décimas puertorriqueñas siempre fueron mucho más diversos. Y nuestros trovadores acompañaban sus improvisaciones con el inconfundible “lelolai”, otro elemento único de la tradición boricua.
Los trovadores Victoria Sanabria, Luis Daniel Colón “el eterno niño trovador” y Omar Santiago, quienes llevan desde niños en este arte e interpretan las décimas de Canto a Borinquen en el especial navideño del Banco Popular 2025, nos guían en este recorrido por la décima y la trova puertorriqueña.

La décima espinela: cinco siglos de tradición
Todo comenzó en 1591, cuando el poeta español Vicente Espinel publicó “Diversas rimas” con una estrofa que cambiaría la poesía en español: diez versos de ocho sílabas con una estructura de rimas específica. En su honor se le llamó décima espinela, y esa misma estructura que inventó hace cinco siglos sigue vigente en toda Latinoamérica.
Estructura. La décima tiene una arquitectura precisa: diez versos octosílabos con rima consonante en un patrón invariable (A, B, B, A, A, C, C, D, D, C). “El verso uno rima con el cuatro y el cinco; el dos con el tres; el seis con el siete y el diez; y el ocho con el nueve”, explica Santiago. Esta estructura es la misma en todos los países donde se cultiva la décima.
Décima Espinela
Estructura métrica y rima consonante
Esquema de rima
La estrofa
Terminaciones de rima
❝Es una estrofa muy simple que cierra cuatro versos en los primeros planteamientos, que introduce un verso con enlace y que cierra con otra cuarteta al final o redondilla❞.
– Omar Santiago, director de Decimanía
Llegó a América entre finales del siglo XVI y principios del XVII, según el historiador Jesús Rodríguez Aguirre en su tesis “La voz migrante: del huapango arribeño a la trova puertorriqueña”. Pero aquí ocurrió algo singular: mientras en España ha perdido vigencia, en América Latina alcanzó su mayor arraigo.
“En cada país, la décima ha tomado un camino. Ha incorporado los elementos de su folklore, los elementos de su identidad, el enriquecimiento del lenguaje, las necesidades sociales”, dijo Santiago y explicó algunas diferencias en la región:
- En Panamá: “La décima responde al canto de la controversia” y se conoce como canto de mejorana.
- En Argentina y Uruguay: “Los trovadores (o payadores) se autoacompañan” con instrumentos de cuerda. El ritmo se conoce como payada.
- En México: “Ellos cantan con sus guitarrones en diferentes estilos del son”, que se conoce como son jarocho, son arribeño o huapango.
Ritmos de la décima en Latinoamérica
Seises y aguinaldos: la excepcionalidad puertorriqueña
“La diferencia entre esos países que al igual que nosotros tienen la décima, (es que) nosotros tenemos mucha más cantidad de estilos musicales para cantarla”, afirmó Victoria Sanabria, trovadora desde los 7 años, arte que aprendió de su padre, don Leopoldo Sanabria Cruz.
Décima y trova: ¿cuál es la diferencia? La décima es la estrofa poética; la trova es cuando esa estrofa se une con la musicalidad del conjunto típico puertorriqueño. Por eso a quienes improvisan y cantan décimas se les llama trovadores.
- “La trova es una expresión mayoritariamente del campo”, mientras que la décima “es el método de expresión que usaron nuestros antepasados para cantar la vida”, agregó Santiago.
El arte del trovador. “El trovador es un oficiante de la palabra. Debe entender que su misión es ponerle palabras a los momentos. Ese es el gran reto”, definió Santiago. Requiere dominar la rima, tener sensibilidad y conocer a fondo el idioma para improvisar siguiendo las normas de la décima y la decimilla.
- “El cantor que domina una décima, que canta una décima bien cantada, domina cualquier género por la complejidad que tiene”, dijo Luis Daniel Colón, “el eterno niño trovador”.
El seis: más de 80 variaciones
El seis es el nombre del ritmo para cantar décimas en Puerto Rico. Existen más de 80 variaciones, cada una con su carácter particular. Entre los más destacados están el seis pampero, el fajardeño, el chorreao, el de Comerío, el canto hondo de Vieques y el mapeyé. También el seis del llano, el celinés, el milonguero, el de Tony y el montuno, destacaron Sanabria y Santiago.
El aguinaldo: la versión navideña
A diferencia de la décima común de ocho sílabas, el aguinaldo usa la decimilla de seis sílabas. Entre los estilos más conocidos, según Sanabria, están el aguinaldo cagüeño, el orocoveño, el yumac y el jíbaro.
“Hay unos estilos que son en cadencias lentas, en cadencias medianas y en cadencias rápidas, en tonos menores, en tonos mayores y los trovadores, de acuerdo con la obra que van a interpretar o improvisar, sueñan un poco el estilo antes de comenzar a cantarla”, explicó Santiago sobre la riqueza de los seises y aguinaldos puertorriqueños.
Décimas famosas de Puerto Rico
Valle de Collores
Boricua en la luna
Canto a Borinquen
Cuba y Puerto Rico son
A Puerto Rico
No des tu tierra al extraño
El conjunto típico: los instrumentos de la décima
Para acompañar la décima se utiliza el conjunto típico puertorriqueño: cuatro, guitarra, güiro y bongó. En ocasiones se amplía con conga, acordeón, flauta o un segundo cuatro.
En el pasado también se incluían el tiple y la bordonúa, instrumentos que han caído en desuso, dijo Santiago. Sin embargo, algunas iniciativas –como los discos de Decimanía– intentan rescatarlos y devolverlos al repertorio del conjunto típico.
El futuro de la décima: Una tradición viva que se transforma
Con más de 400 años de historia, la décima sigue siendo un género vivo. Ha incorporado nuevos ritmos, se ha fusionado con otros estilos musicales y ha ampliado su repertorio más allá de los temas tradicionales religiosos, campestres o emocionales.
Colón destaca también la evolución académica: “Ahora tenemos más oportunidad de llegar a los diccionarios, de tener herramientas que los trovadores del pasado no tenían”.